domingo, 1 de abril de 2012

El quehacer de un interiorista


El diseño de interiores es, antes que nada, una acción que algunos seres humanos realizan. Esta afirmación, que aparentemente es una simple obviedad, tiene importantes consecuencias a considerar.

Si el diseño de interiores o el interiorismo es una acción o actividad que un grupo específico de personas realiza, por tanto, están involucrados los siguientes cuatro componentes: las personas que diseñan, el medio o material a través del cual se diseña, el objeto o espacio diseñado, y el contexto en el cual se diseña.

Profundicemos un poco en estos componentes. El diseñador de interiores es un profesional, con estudios específicos, enfocado a ofrecer un servicio a la sociedad creando entornos confortables, acogedores y habitables.

Entendemos por medio o material a través del cual se diseña, primeramente, al espacio físico donde el diseñador plasma sus ideas. El medio físico podría ser un plano de Autocad, un trazo a mano o una maqueta. Pero finalmente, los conocimientos específicos del tema, la imaginación y creatividad son los principales medios de creación del diseñador de interiores.

El objeto o espacio diseñado se refiere a la concreción física de la planeación del diseñador de interiores o interiorista. Esto es, el objeto mismo del diseño: el cuarto ya realizado, la casa terminada por dentro o la oficina en funcionamiento.

Para terminar, no podemos concebir un diseño de interiores donde el contexto que rodea al interiorista, así como a las personas que habitarán el espacio diseñado, no sea fundamental para dirigir y determinar el espacio a proyectar. No podemos, de ninguna manera, desestimar todo el bagaje cultural, histórico o sociológico del diseñador, así como las necesidades de la personas que vivirán el espacio en estudio.

Esta visión del diseño de interiores donde se considera, primeramente, a las personas que diseñan y para las que se diseña, en contextos específicos de creación, señala un postura antropocéntrica del diseño que nos acerca a una idea de funcionalidad, pero en sentido del bienestar humano: una visión humanista del interiorismo.

¿Porqué es recomendable contratar a un interiorista?

Cuando sabemos con seguridad lo que no queremos o no nos gusta, pero no tenemos tan claro lo que sí queremos o nos gusta, contar con la ayuda de un profesional que nos oriente a armonizar todas nuestras  ideas es lo más inteligente que podemos hacer.

El proceso para diseñar bien un espacio es complejo, en el sentido de que implica coordinar muchas variables, entre las que destacan tres principales:

-   El espacio: para hacer la mejor propuesta de mobiliario, materiales, gama de colores y accesorios es necesario conocer bien las dimensiones y características del espacio a diseñar. 

-      El contexto: es indispensable conocer y estudiar el contexto en donde se ubica dicho espacio, considerar la ubicación geográfica, el clima, la luz natural, la integración con el exterior, etc.

-      Disponibilidad de objetos: es primordial conocer las opciones que se ofrecen en el mercado de materiales, mobiliario y piezas para vestir el espacio. La descripción de cada producto y conocer bien sus características es indispensables para hacer una buena elección.

Al contar con un interiorista se tiene la ventaja de la experiencia de un especialista que, gracias a la práctica constante de hacer diseño, sabe lo que funciona y lo que no, además de tener la capacidad de imaginar y predecir el resultado de una idea nueva o diferente, guiando a los interesados a llegar a la mejor propuesta para las necesidades especificas del espacio a diseñar.

En ocasiones sucede que con el entusiasmo de vestir una casa o un departamento, se adquiere mobiliario o piezas que son agradables en el lugar  donde se les ve y se piensa que funcionarán pero, al colocarlas en el espacio que se tiene, resulta que no se ven bien, que no combinan o que no tienen las dimensiones adecuadas; están muy pequeñas o demasiado grandes o no combinan con los materiales y en algunos casos ni siquiera caben en el lugar.

Con la ayuda de un interiorista se puede tener la certeza de adquirir las piezas necesarias para cada espacio; se puede tener la tranquilidad de que el resultado será exitoso y de que el gasto valdrá la pena, pues el profesional siempre va a cuidar nuestros intereses guiándonos a invertir en lo que más nos conviene.


Tenemos que tener en cuenta que adquirir cosas caras, sin justificación alguna, es absurdo. Hacernos de piezas u objetes costosos tiene sentido si van a servirnos para crear un espacio armonioso y agradable. De manera inversa, en muchas ocasiones, un objeto o accesorio de bajo precio puede ofrecer propuestas muy interesantes para un espacio específico.


Un buen interiorista siempre busca crear espacios que sean agradables para las personas que los habitan, que al usar estos lugares, quienes los utilicen, se sientan bien y estén felices de estar en ese lugar. Todo el diseño debe de ir encaminado a realizar espacios funcionales y  atractivos para que sean vividos y usados.

Los interioristas tienen la responsabilidad de mantenerse al día en todos los temas relacionados a la profesión:

-      Conocer bien la gama de colores nuevos, con todas las tonalidades y matices de estos.
-       Mantenerse informados de los materiales de vanguardia y sus  distintas aplicaciones aplicaciones.
-      Conocer la tecnología y entender que la modernidad puede simplificar nuestra vida.
-      Tener un gran respeto a la naturaleza y al mundo en el que vivimos.
-      Saber de iluminación, de ahorro energético, de optimización de recursos y de consumo eficiente.
-      Comprender la herencia cultural y el significado de las pequeñas cosas que van cargadas con sentimientos.
-      Entender la necesidad del balance y el equilibrio en cada espacio.
-      Estar al tanto de las tendencias en diseño, tanto nacionales como internacionales.
-      Acertar en la comprensión de la transformación radical de los modos de vivir y convivir entre unos y otros.
-      Mantenerse en una búsqueda constante de la autenticidad.
-      Advertir lo que es importante y tiene significado para ti.
  

En conclusión trabajar de la mano de un interiorista puede hacer que todo el proceso de diseñar un espacio sea una experiencia placentera, agradable y llena de aprendizaje en la materia y de uno mismo.Que se disfrute el desarrollo y no se sufra en el transcurso, de esta manera el resultado puede sorprendernos.

 A partir de hoy estaremos cada quince días en este espacio para compartir ideas relacionadas con el maravilloso mundo del diseño y del interiorismo.
Es un gusto estar aquí.

Mariangel

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