domingo, 13 de mayo de 2012

La sala: lugar de encuentros


Un diseñador de interiores es un creador de espacios destinados a generar encuentros entre los seres humanos y, a su vez, cada espacio se justifica en la medida que genere encuentros entre las personas conforme al objetivo del espacio en cuestión.


El objetivo central del comedor, por ejemplo, es el encuentro familiar alrededor de la comida; la razón de ser de la cocina es generar encuentros alrededor de la preparación de los alimentos; las recamaras dan razón de sí a través del descanso… todos los espacios tienen una razón de ser y son generadores de encuentros.

A diferencia de los ejemplos mencionados, existe un lugar muy importante en el hogar cuyo objetivo es el encuentro por el encuentro mismo: la sala.

En una sala la familia y los amigos, como objetivo inmediato, se reúnen por reunirse, sin necesitar una justificación más allá del gusto y el placer de convivir. Es el punto de encuentro que conlleva el deseo de compartir las noticias más trascendentes y felices y, en ocasiones, las más desafortunadas; es un espacio para recibir y compartir las mayores alegrías o los secretos más íntimos; es ahí, en la sala de un hogar, donde en muchas ocasiones se toman las decisiones más trascendentes de una vida y se generan las ideas más creativas, y donde ocurren los instantes más memorables.


La sala es, en definitiva, un espacio que ofrece una capacidad ilimitada de comunicación, capaz de generar tantos encuentros como personas se reúnan en ella.
Por las características tan peculiares, y la importancia que juega una sala en el hogar, es muy recomendable considerar las siguientes sugerencias:


Sacar el máximo partido al espacio.
Lo primero, para verdaderamente disfrutar del lugar, es la distribución del mobiliario; la correcta colocación de los sofás en relación con la mesa de centro, y las mesas laterales y sillones, van a definir el entorno real de estar en este espacio. Es indispensable tener un concepto claro para lograr funcionalidad y armonía.


El orden y la limpieza son claves para poder disfrutar de la sala; a nadie le agrada una zona llena de triques y desordenada. Es importante que todos los complementos que se utilicen sean únicamente los necesarios y que estén colocados en lugares estratégicos en donde luzcan y ayuden a que, realmente, se generen encuentros memorables en estos espacios.


Considerar las dimensiones del sitio, las entradas de luz y las mejores vistas nos ayudarán a elegir la colocación adecuada del mobiliario y los objetos. Debemos aprovechar cada ángulo y cada rincón para sacarle el máximo provecho al lugar.



La elección del mobiliario
De las correctas decisiones para elegir los muebles para la sala dependerá el atractivo visual del espacio.

Se tiene que tomar en cuenta el entorno del lugar y los acabados con los que cuenta el espacio, además de considerar el número de personas que llegarán a usarlo. Considerando estos factores habrá que tener mucho cuidado con los materiales, los colores y las dimensiones que elijamos.

Las opciones que se ofrecen hoy en día son muy numerosas; existen en el mercado una gran variedad de muebles de muy diversos estilos, materiales, proporciones y costos. Para decidirnos por la mejor opción para nuestra casa, es aconsejable contar con la ayuda de un interiorista, que nos guíe y nos haga una propuesta con base a nuestros gustos, presupuesto y necesidades.

El entorno
La selección de la gama cromática que usaremos para nuestra sala es factor determinante para la personalidad del espacio. Elegir el tono de los muros, las tapicerías, los muebles, tapetes, los cuadro y demás elementos, es todo un reto, pues puntualizarán la percepción de nuestra sala.
Es importante que nos sentemos a pensar y a dialogar qué es lo que realmente queremos para este espacio, y de esta manera poder trazar un plan antes de empezar a adquirir mobiliario y colocarlo todo.
Hay que considerar si la sala-comedor comparten un mismo espacio, para definir si se integran en el proyecto o si se prefiere separarlos. Para cualquier alternativa es indispensable considerar este factor para el diseño.

La luz
Para lograr un buen diseño interior es predominante contar con una buena iluminación. Cada espacio necesita su propia luz.
Lo ideal es poder aprovechar lo más que se pueda la luz natural, y tener un plan para la luz artificial.
El ambiente cambia radicalmente con las distintas intensidades de luz que le demos al espacio.
Las lámparas, candiles y velas nos proporcionan diferentes atmósferas que podemos modificar según la ocasión.

Los complementos para la sala
Los accesorios y piezas que coloquemos en nuestra sala le van a dar la personalidad al espacio, además que imprime nuestro sello.

La colocación de los cuadros u objetos decorativos en las paredes es uno de los factores decisivos en la percepción del sitio; es primordial formar un concepto a la hora de la instalación.

Para decidir la altura ideal de un cuadro se debe considerar que la mirada de nuestros ojos quede al centro del cuadro; no hay que colocarlos muy altos puesto que se desproporciona el espacio. Cuando tenemos varios cuadros, agruparlos es la mejor opción.

Los tapetes son esenciales para poder dar un ambiente acogedor y enmarcar el lugar del encuentro. Es recomendable que los tapetes combinen con la gama de colores que estamos utilizando o que contrasten acertadamente.
Los objetos que se instalen en la mesa de centro, en las laterales o en otros sitios dentro de la sala, deberán estar distribuidos con un enfoque y con equilibrio; la opción de poner pocas piezas es tan valida como el utilizar abundantes, lo esencial es el orden y el concepto al ubicarlas.

Renovar la sala o darle nueva vida
Se escucha frecuentemente que los cambios son buenos: hay que renovarse. En los espacios de nuestra casa pasa igual; darle vida nueva a nuestra sala puede mejorar ampliamente nuestra existencia, por lo que considero que bien vale la pena renovarla cuando llega el momento adecuado.
Se puede hacer un cambio drástico y modificar absolutamente todo, e inclusive hacer una remodelación física del espacio; se pueden reemplazar el mobiliario y los accesorios, se puede modificar el color de las paredes, se puede variar la distribución de los objetos.

Realmente es posible hacer incontables cosas, muy sencillas, como retapizar los sofás o poner cojines decorativos en otros tonos, o más complejas como cambiar los acabados y materiales del lugar, pero en definitiva, renovar la sala y darle nueva vida es una excelente opción.
La decisión de intervenir el espacio depende de nuestras necesidades y deberá  considerarse siempre que sea para mejorar, para disfrutar y gozar en nuestra sala, para alcanzar encuentros de vida que sean momentos felices y memorables.
No es de extrañar que en inglés a la sala se le llame living room que, si lo traducimos literalmente, significa cuarto de vida. Así de trascendente es.

Muchas gracias y hasta la próxima.



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