
Un diseñador de interiores es un creador de espacios destinados a generar encuentros entre los seres humanos y, a su vez, cada espacio se justifica en la medida que genere encuentros entre las personas conforme al objetivo del espacio en cuestión.
El objetivo central del comedor, por ejemplo, es el encuentro familiar alrededor de la comida; la razón de ser de la cocina es generar encuentros alrededor de la preparación de los alimentos; las recamaras dan razón de sí a través del descanso… todos los espacios tienen una razón de ser y son generadores de encuentros.
En
 una sala la familia y los amigos, como objetivo inmediato, se reúnen 
por reunirse, sin necesitar una justificación más allá del gusto y el 
placer de convivir. Es el punto de encuentro que conlleva el deseo de 
compartir las noticias más trascendentes y felices y, en ocasiones, las 
más desafortunadas; es un espacio para recibir y compartir las mayores 
alegrías o los secretos más íntimos; es ahí, en la sala de un hogar, 
donde en muchas ocasiones se toman las decisiones más trascendentes de 
una vida y se generan las ideas más creativas, y donde ocurren los 
instantes más memorables.
La sala es, en definitiva, un espacio que ofrece una capacidad ilimitada de comunicación, capaz de generar tantos encuentros como personas se reúnan en ella.
Por las características tan peculiares, y la importancia que juega una sala en el hogar, es muy recomendable considerar las siguientes sugerencias:
Sacar el máximo partido al espacio.
Lo
 primero, para verdaderamente disfrutar del lugar, es la distribución 
del mobiliario; la correcta colocación de los sofás en relación con la 
mesa de centro, y las mesas laterales y sillones, van a definir el 
entorno real de estar en este espacio. Es indispensable tener un 
concepto claro para lograr funcionalidad y armonía.
El orden y la limpieza son claves para poder disfrutar de la sala; a nadie le agrada una zona llena de triques y desordenada. Es importante que todos los complementos que se utilicen sean únicamente los necesarios y que estén colocados en lugares estratégicos en donde luzcan y ayuden a que, realmente, se generen encuentros memorables en estos espacios.
Considerar las dimensiones del sitio, las entradas de luz y las mejores vistas nos ayudarán a elegir la colocación adecuada del mobiliario y los objetos. Debemos aprovechar cada ángulo y cada rincón para sacarle el máximo provecho al lugar.

La elección del mobiliario
De las correctas decisiones para elegir los muebles para la sala dependerá el atractivo visual del espacio.
El objetivo central del comedor, por ejemplo, es el encuentro familiar alrededor de la comida; la razón de ser de la cocina es generar encuentros alrededor de la preparación de los alimentos; las recamaras dan razón de sí a través del descanso… todos los espacios tienen una razón de ser y son generadores de encuentros.
A diferencia de los ejemplos mencionados, existe un lugar muy importante en el hogar cuyo objetivo es el encuentro por el encuentro mismo: la sala.
La sala es, en definitiva, un espacio que ofrece una capacidad ilimitada de comunicación, capaz de generar tantos encuentros como personas se reúnan en ella.
Por las características tan peculiares, y la importancia que juega una sala en el hogar, es muy recomendable considerar las siguientes sugerencias:
Sacar el máximo partido al espacio.
Lo
 primero, para verdaderamente disfrutar del lugar, es la distribución 
del mobiliario; la correcta colocación de los sofás en relación con la 
mesa de centro, y las mesas laterales y sillones, van a definir el 
entorno real de estar en este espacio. Es indispensable tener un 
concepto claro para lograr funcionalidad y armonía.El orden y la limpieza son claves para poder disfrutar de la sala; a nadie le agrada una zona llena de triques y desordenada. Es importante que todos los complementos que se utilicen sean únicamente los necesarios y que estén colocados en lugares estratégicos en donde luzcan y ayuden a que, realmente, se generen encuentros memorables en estos espacios.
Considerar las dimensiones del sitio, las entradas de luz y las mejores vistas nos ayudarán a elegir la colocación adecuada del mobiliario y los objetos. Debemos aprovechar cada ángulo y cada rincón para sacarle el máximo provecho al lugar.

La elección del mobiliario
De las correctas decisiones para elegir los muebles para la sala dependerá el atractivo visual del espacio.
Se
 tiene que tomar en cuenta el entorno del lugar y los acabados con los 
que cuenta el espacio, además de considerar el número de personas que 
llegarán a usarlo. Considerando estos factores habrá que tener mucho 
cuidado con los materiales, los colores y las dimensiones que elijamos.
Las
 opciones que se ofrecen hoy en día son muy numerosas; existen en el 
mercado una gran variedad de muebles de muy diversos estilos, 
materiales, proporciones y costos. Para decidirnos por la mejor opción 
para nuestra casa, es aconsejable contar con la ayuda de un 
interiorista, que nos guíe y nos haga una propuesta con base a nuestros 
gustos, presupuesto y necesidades.
El entorno
La
 selección de la gama cromática que usaremos para nuestra sala es factor
 determinante para la personalidad del espacio. Elegir el tono de los 
muros, las tapicerías, los muebles, tapetes, los cuadro y demás 
elementos, es todo un reto, pues puntualizarán la percepción de nuestra 
sala.
Es
 importante que nos sentemos a pensar y a dialogar qué es lo que 
realmente queremos para este espacio, y de esta manera poder trazar un 
plan antes de empezar a adquirir mobiliario y colocarlo todo.
Hay
 que considerar si la sala-comedor comparten un mismo espacio, para 
definir si se integran en el proyecto o si se prefiere separarlos. Para 
cualquier alternativa es indispensable considerar este factor para el 
diseño.
Para lograr un buen diseño interior es predominante contar con una buena iluminación. Cada espacio necesita su propia luz.
Lo ideal es poder aprovechar lo más que se pueda la luz natural, y tener un plan para la luz artificial.
El ambiente cambia radicalmente con las distintas intensidades de luz que le demos al espacio.
Las lámparas, candiles y velas nos proporcionan diferentes atmósferas que podemos modificar según la ocasión.
  Los complementos para la sala
Los
 accesorios y piezas que coloquemos en nuestra sala le van a dar la 
personalidad al espacio, además que imprime nuestro sello.
La
 colocación de los cuadros u objetos decorativos en las paredes es uno 
de los factores decisivos en la percepción del sitio; es primordial 
formar un concepto a la hora de la instalación.
Para
 decidir la altura ideal de un cuadro se debe considerar que la mirada 
de nuestros ojos quede al centro del cuadro; no hay que colocarlos muy 
altos puesto que se desproporciona el espacio. Cuando tenemos varios 
cuadros, agruparlos es la mejor opción.
Los
 tapetes son esenciales para poder dar un ambiente acogedor y enmarcar 
el lugar del encuentro. Es recomendable que los tapetes combinen con la 
gama de colores que estamos utilizando o que contrasten acertadamente.
Los
 objetos que se instalen en la mesa de centro, en las laterales o en 
otros sitios dentro de la sala, deberán estar distribuidos con un 
enfoque y con equilibrio; la opción de poner pocas piezas es tan valida 
como el utilizar abundantes, lo esencial es el orden y el concepto al 
ubicarlas.
Renovar la sala o darle nueva vida 
Se
 escucha frecuentemente que los cambios son buenos: hay que renovarse. 
En los espacios de nuestra casa pasa igual; darle vida nueva a nuestra 
sala puede mejorar ampliamente nuestra existencia, por lo que considero 
que bien vale la pena renovarla cuando llega el momento adecuado.
Se
 puede hacer un cambio drástico y modificar absolutamente todo, e 
inclusive hacer una remodelación física del espacio; se pueden 
reemplazar el mobiliario y los accesorios, se puede modificar el color 
de las paredes, se puede variar la distribución de los objetos.
Realmente
 es posible hacer incontables cosas, muy sencillas, como retapizar los 
sofás o poner cojines decorativos en otros tonos, o más complejas como 
cambiar los acabados y materiales del lugar, pero en definitiva, renovar
 la sala y darle nueva vida es una excelente opción.
La
 decisión de intervenir el espacio depende de nuestras necesidades y 
deberá  considerarse siempre que sea para mejorar, para disfrutar y 
gozar en nuestra sala, para alcanzar encuentros de vida que sean 
momentos felices y memorables.
No
 es de extrañar que en inglés a la sala se le llame living room que, si 
lo traducimos literalmente, significa cuarto de vida. Así de 
trascendente es.
Muchas gracias y hasta la próxima.





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