lunes, 25 de junio de 2012

Reseña de una presentación


 “Un sueño no se hace realidad a través de magia: conlleva sudor, determinación y trabajo duro”
 Colin Powell

Hacer una presentación de un proyecto es una de las partes más importantes e interesantes del diseño. Este es el momento donde sueños, ideas y conocimientos convergen para iniciar un proceso, que bien guiado, puede ser fascinante; es el punto donde se enseña y comunica lo que los clientes nos pidieron y lo que nosotros proponemos. Cuando estamos abiertos al intercambio de experiencias y atentos a cada observación y comentario, resultan grandes cosas. De este encuentro, y la correcta transmisión de las ideas, dependerá el resultado del proyecto final.

Es muy importante hacer una exposición clara del concepto general y de la idea rectora para asegurarnos que el cliente comprende la visión del diseñador. Al presentar tenemos que ir observando las reacciones a cada sugerencia que hacemos, y así saber hacia donde dirigirnos para después poder empezar a concretar todos los detalles.
Antes de hacer una presentación ya existe un largo camino recorrido. Primero, hay que conocer el proyecto arquitectónico de la casa en planos y físicamente. De la exploración del espacio —dimensiones, colindancias y materiales de cada área—comienzan a surgir, inmediatamente, ideas que se van afinando y concretando cuando se ejecuta el proyecto.

Cuando te dedicas al interiorismo sueles visitar una gran cantidad de casas; unas ya terminadas, otras en remodelación y otras en obra negra o blanca; unas muy bonitas y espectaculares, algunas regulares y, unas más, desafortunadamente nada atractivas, pero siempre intentas hacer la mejor propuesta para cada espacio, teniendo bien claro que nuestra labor como diseñadores es ayudar a que cada persona viva mejor.

Algunas veces tenemos la fortuna de visitar una casa que nos entusiasma desde el comienzo: porque es un buen proyecto; porque nos gusta el entorno, los materiales, las distribución, porque es una buena obra arquitectónica. Este es el caso de la casa de un talentoso arquitecto: Oscar Uribe, y de su esposa Mariana, una joven científica y entusiasta de la arquitectura y el diseño.

Conozco a Oscar desde hace algunos años y he podido observar su trayectoria como arquitecto; considero que ha tenido un notable crecimiento como diseñador, fruto de un trabajo serio y de la experiencia de haber desarrollado numerosos proyectos.

Cuando me buscó para solicitarme que le hiciera una propuesta de interiorismo para su casa, verdaderamente me sentí honrada y comprometida; no es un cliente cualquiera pues, además de amigo, es un excelente arquitecto que conoce y sabe mucho del tema.

Preparar una propuesta para un colega conlleva una mayor presión; evidentemente me interesa ofrecer algo original, que no esté muy visto y que sea “diferente” pero, al mismo tiempo, funcional y atractivo visualmente.

En este caso, el reto fue integrar el interior con el exterior puesto que la casa está ubicada en una zona muy boscosa y cuenta con excelentes vistas.

Desde el momento en que conoces un espacio atractivo, no dejas de pensar en él, en la orientación que tiene, en la iluminación, en los materiales y texturas. La imaginación no deja de trabajar aun en horarios no convencionales, la mente sigue dándole vueltas a las posibilidades de lo que se puede hacer, analizando insistentemente las distintas opciones de intervenir este espacio y hacerlo aun mejor.
Hace un par de días me reuní con Oscar y Mariana para mostrarles la propuesta de diseño interior para su casa. Fue un encuentro muy agradable y enriquecedor.

Cuando hago una presentación busco primero que mis futuros clientes se sientan bien recibidos, que estén cómodos  y relajados, que no tengan frío ni calor, que haya una música agradable de fondo con un volumen adecuado. Me intereso por su familia y su bienestar para después poder proceder a ver el proyecto.

Al iniciar una exposición lo que suelo hacer, después de explicar mi forma de trabajar, es enseñar la distribución del mobiliario en planta, su ubicación y dimensiones, explicándoles el proceso para llegar a esa solución y el porqué considero que es la mejor. Posteriormente les muestro imágenes conceptuales con ideas y propuestas de piezas que puedan funcionarnos; les planteo las posibilidades que el color nos ofrece como herramienta de diseño para transformar los espacios y, por último, les expongo los materiales que sugiero, las texturas, tapices, modelos y diseños que se pueden emplear.

En el transcurso de la presentación, y conforme van comentando con base a lo que yo les esté mostrando, en mi cabeza se van despejando interrogantes y se van resolviendo cuestiones. Busco poder ayudar a decidir, entre todas las posibilidades, la mejor opción. Para mí es muy importante entender la dinámica familiar, la forma de vivir el día a día, de recibir y de convivir con visitas, de interactuar con los hijos. Todos estos factores influyen en el diseño y busco comprender perfectamente a los futuros moradores de la casa para poder guiarlos hacia la mejor solución.

Oscar y Mariana tienen dos hijos pequeños; quieren una casa en donde sus niños tengan un área para ellos y otra que sea más formal, para grandes. La casa ya está diseñada y dispuesta de esta manera, tiene una solución muy ingeniosa en los niveles y en la distribución, aprovechando la pendiente natural del terreno.

La inspiración inicia al conocer el espacio que voy a diseñar y se va definiendo al pensar en los futuros moradores que lo habitaran.
 
Lo que yo les sugiero a Oscar y a Mariana para la sala es una distribución más casual, con posibilidad de utilizar parte del mobiliario de esta área en la terraza cuando se necesite y dejar solamente cuatros sillones dispuestos frente a la chimenea en la terraza, para de esta forma lograr que el verdadero protagonista sea el espacio. Me entusiasmo cuando compruebo que les gustan mi propuestas e ideas.

Analizamos cada espacio de la casa para comentar sus impresiones en relación a mi visión y a la de sus ideales. Es emocionante ver la ilusión que tienen con este proyecto; es un sueño de vida, y formar parte de esta experiencia es de lo más gratificante.

La presentación fluye rápidamente. Hablamos de muchos temas en relación a cada espacio, vemos algunos diseños, comentamos de los materiales, los contrastes, la iluminación, los accesorios, el arte, las cortinas, las persianas, los textiles y las gamas de color. Disertamos de todo lo que forma parte del diseño. Cuando nos damos cuenta, ya ha pasado mucho tiempo y es hora de definir y concretar.

Compartir los puntos de encuentro de una familia y gozar con ellos este proceso es una experiencia conmovedora. Me siento muy agradecida por el apoyo incondicional de mi equipo que siempre se suma a mi entusiasmo y mi pasión por el diseño, y por la oportunidad de poder contribuir a intervenir un bello espacio para que llegue a serlo aún más.

En próximas publicaciones les contaré cómo avanza este proyecto, y prometo compartirles fotos cuando esté realizado.

Un proyecto no se hace realidad a través de magia: conlleva sudor, determinación y trabajo duro. Con estos ingredientes, alcanzar el sueño es posible…


Hasta la próxima,


lunes, 18 de junio de 2012

De colores


El color, con sus variadísimos matices y su infinidad de tonalidades, ha sido, es, y será, inspiración infinita.

El mundo es de colores: donde hay luz hay color. La percepción de la forma o profundidad está estrechamente ligada a la percepción de los colores.


El color es un atributo que percibimos de los objetos cuando hay luz. Los objetos devuelven hacia su entorno la luz que no absorben. Nuestro campo visual interpreta radiaciones electromagnéticas que el entorno emite o refleja.

Si existe algo verdaderamente indispensable en el interiorismo es “el color”. La correcta utilización de éste nos va a proporcionar lugares armoniosos, funcionales y bellos. Por otro lado, uno de los puntos más vulnerables del diseño de interiores es una mala selección de la paleta de color que se utiliza en un espacio.


Por medio del correcto empleo del color surgen verdaderos cambios en un área, se transforma radicalmente un lugar. Es muy interesante jugar y experimentar con los tonos de colores que se pueden emplear en un mismo sector; los cambios son en algunos casos radicales, en otros más sutiles, pero siempre se pude apreciar una diferenciación marcada, por medio del color, dentro de un mismo espacio.

El colorido de un lugar ejerce una fuerte primera impresión. Además, la apreciación que adquirimos de los colores cambia según la intensidad de luz que reciben los objetos y el espacio; no es lo mismo ver un lugar de noche que al amanecer, a medio día o al atardecer. La imagen varía según la hora del día. Esto es algo que se debe considerar al decidir la gama de colores a emplear en cada zona que vamos a diseñar o a intervenir. También es necesario considerar el efecto que deseamos producir. El conjunto de un espacio se aprecia de “golpe” y el colorido es lo primero que vamos a asimilar.

Está comprobado que los colores repercuten en el estado de animo de las personas. Por esto es muy importante considerar el efecto que buscamos para decidir los tonos a emplear. Se necesitan estudiar y analizar los tonos empleados para armonizarlos con todas las piezas que se dispondrán en un mismo lugar.

Propiedades del color en el diseño
Existe una clasificación básica de la gama de colores: cálidos y fríos.

Los términos cálidos y fríos no sólo se refieren a los colores en sí mismos (por ejemplo, comúnmente nos referimos al rojo como un color cálido y al azul como frío). La cualidad de ser cálido o frío adquiere más significación en relación a los colores aledaños del objeto en cuestión.

También la gama dentro de un mismo color es determinante sobre la cualidad de cálido o frío: un amarillo o un rojo azulado tienden a ser fríos, como también un rojo o un azul amarillento; por el contrario, un amarillo o azul rojizo se perciben como cálidos.

El que determina el efecto no es el color principal, sino el color que se desvía ligeramente de él. Podemos concluir que cualquier color puede tender hacia lo calido o hacia lo frío, dependiendo de la cantidad de pigmento de otro color que contenga. Lo importante es que nosotros consideremos el efecto que nos interesa producir en un espacio.


Consideraciones para la correcta selección del color

Lo primero que hay que tener en cuenta para elegir un color es “no tenerle miedo”. Si bien los espacios blancos son muy elegantes y pueden ser acogedores, es cierto que también pueden resultar aburridos y con falta de personalidad y carácter.

A la hora de seleccionar los colores, es fundamental reflexionar sobre el área que vamos a intervenir, analizar su función y su integración con el resto de los espacios.

La combinación de los colores es lo que va a dar el impacto final a un espacio. Es valido contrastar una tonalidad con otra, o tal vez combinar muchos tintes, pero siempre tenemos que tomar en cuenta la armonía del lugar.

El orden en la selección del color es un factor muy importante. Necesitamos una jerarquía de tonalidades: siempre es recomendable tener un color líder que es el que predomina, y de ahí complementar con distintas gamas y matices.

También tenemos que considerar las dimensiones del espacio en donde vamos a aplicar color. Hay colores que “empequeñecen” o “agrandan” el espacio, y hay que tomar en cuenta que tono vamos a usar en cada superficie: piso, muros, plafones y mobiliario.

Se necesita reflexionar sobre los materiales donde vamos a aplicar el color: tapetes, tapices, maderas, de esto dependerá que graduación se emplee en cada pieza para poder armonizarlo todo.

Recomendaciones para cambiar un espacio con el color
Conocer nuestras expectativas es indispensable para poder utilizar correctamente el color, pero, atrevernos a experimentar y darle un nuevo aire a nuestra casa es una experiencia altamente recomendable y gratificante.

Renovar un espacio y dejarlo “guapo” nos motiva a ser mejores personas y poder disfrutar más de la vida.
Te invito a que te atrevas a probar tener un área distinta y más alegre. El color es esperanza, ilusión, sueños, emociones, y mucha diversión. En algunos casos, solamente con pintar uno o varios muros se cambia la percepción que tenemos del espacio y del lugar.

Otra opción es utilizar objetos decorativos con color que den algo de contraste y un aire nuevo a una zona; también se pueden utilizar tapetes y cuadros con colores distintos para poder impregnar una visión diferente.
El color también se puede introducir a la casa en el mobiliario que utilicemos; las posibilidades de combinar realmente son inmensas.

Básico del color
La selección de la gama de colores que se utiliza en una composición es imprescindible para lograr “armonizar” cada espacio, de esto dependerá el éxito del diseño final.

Cada color ejerce sobre la persona que lo observa una distinta impresión, y puede provocar una reacción y una emoción muy diferente que a otro observador.


La apariencia de un color depende de su contexto en el espacio y en el tiempo.Cuando el color esta bien empleado puede transformar espacios y hacerlos mejores. Por lo tanto, el coloro contribuye a que los usuarios disfruten más un lugar.

Decía Paul Cézanne “Cuando el color tiene su mayor riqueza, la forma tiene su plenitud.”

El color bien aplicado, con una intensidad de luz precisa, en un momento determinado, definitivamente, ¡produce belleza!

Hasta la próxima,




lunes, 11 de junio de 2012

Encuentros de diseño con Mariangel Coghlan: David Solís y Héctor Velasco Facio

“Dichoso es aquel que mantiene una profesión que coincide con su afición.”
 George Bernard Shaw
 
Tal es el caso de dos grandes profesionistas: Héctor Velasco Facio, reconocido y laureado fotógrafo de interiores y arquitectura, y Davis Solís, editor y director en jefe de “Arquitectural Digest México” (AD México).

Hace un par de días tuve la oportunidad de hablar con ellos de diseño; de lo que está sucediendo actualmente en nuestro país, de su percepción del interiorismo y la comunicación en torno a él.
De este encuentro surgieron ideas muy interesantes que pensamos concretar para contribuir en la difusión del buen diseño en nuestro país.



Héctor Velasco Facio
A Héctor, buen amigo, lo conozco desde hace mucho tiempo. He tenido la oportunidad de estar en varias ocasiones a su lado mientras trabaja y conocer su visión como fotógrafo; ha sido muy interesante compartir incontables jornadas fotográficas y aprender de su capacidad para apreciar la luz, los contrastes, las texturas y el misticismo de cada espacio.

El año pasado Héctor fundó  PORTAFOLLIO, editorial especializada en promocionar el arte en su diversas áreas. Su primer libro editado fue “Espacios intervenidos”, que cuenta con una rigurosa selección de 25 trabajos realizados por interioristas y arquitectos en los que se muestran una amplia gama de propuestas de diseño y tendencias. Es un libro que presenta maravillosas fotografías de Héctor, a través de 25 “miradas”; cada una de ellas con sentido propio e individual, donde el estilo y buen gusto son el común denominador para el buen vivir.

David Solís fue el asesor general de este primer libro de PORTAFOLLIO; fungió como una especie de “curador” y, junto con Héctor, fue responsable de la selección de los 25 mejores diseñadores, donde tuve el honor de participar. Además, tuve la oportunidad de dirigir unas palabras en la ceremonia de presentación del libro en la librería Gandhi, donde compartí el micrófono con otros colegas que admiro y respeto. Esta fue una experiencia muy interesante. Como coincidimos ese día, este libro es un excelente producto y una gran pieza de arte. Además, compartimos el entusiasmo de que nuestro trabajo se publicara en un formato de excelente calidad.

Desde entonces no he dejado de pensar en la necesidad de que se editen más libros de este tipo, por lo que en varias ocasiones he hablado del tema con Héctor, preguntándole cuándo publicaría el siguiente, y fue entonces cuando me propuso reunirnos con David Solís.

Hablar de diseño y arquitectura siempre resulta estimulante; es un tema que me apasiona pero, cuando tengo la oportunidad de compartir este maravilloso mundo con dos expertos en la materia, el placer es aún mayor.

David Solís
Escuchar a David es fascinante, es un entusiasta del diseño, de su promoción y difusión. Lleva más de una década a la cabeza de AD México, que es la única revista de diseño que se publica mensualmente en nuestro país. “Tener un AD de México es muy importante, pues es local y se expone la arquitectura mexicana y el diseño interior que es el alma de las casas”, dice David, quien cuenta con un gran respaldo, pues Arquitectural Digest es la revista de diseño y estilo de vida más prestigiada y publicada en el mundo; su tiraje es impresionante, y aunque en México se imprimen menos que en otros países, como Estados Unidos, España o Italia, es una gran labor la que realiza todo el equipo de AD México.

David tiene el compromiso de presentar las últimas tendencias del diseño y los mejores proyectos que se han realizado, buscando que en cada edición se presente un contenido altamente atractivo y siempre cuidando la calidad editorial. Me parece que cumple cabalmente su misión. AD México, además de ser una gran revista, tiene una excelente impresión y un magnifico diseño editorial, los artículos que presenta son de gran interés y nos mantienen a los profesionistas, igual que a los aficionados, al día de lo que ocurre en la escena del diseño nacional e internacional.

Tiene David una percepción realmente interesante del interiorista: “el objetivo real de un diseñador es mejorar el estilo de vida de las personas, que vivan más cómodos y que vivan más felices.” Me parece sumamente atrayente esta filosofía, pues considero que un verdadero profesional está al servicio del ser humano; su misión es facilitar el proceso de diseño y lograr que se disfruten y gocen los espacios que se habitarán.

Comenta David de la importancia de publicar proyectos de interiorismo nacionales y de reconocer el talento en su lugar de origen, puesto que en Latinoamérica aún hay preferencia por importar diseño. Sin embargo, considera que en los últimos años el avance del diseño interior residencial latinoamericano ha alcanzado los niveles y calidad de la arquitectura propia, dando inicio a la exportación de diseño. Muestra de esto es el apoyo que AD México brinda cada año con su galardón “Iconos del Diseño” para reconocer lo más destacado del diseño en Latinoamérica.

“En México, como en Latinoamérica, hasta hace poco el arquitecto se postulaba como el profesionista encargado de todo. Sin embargo, el diseño se ha vuelto más universal, y en los proyectos más destacados siempre existe la vinculación del arquitecto con profesionistas de diversas áreas como los interioristas, los diseñadores de iluminación o los paisajistas.” La revista AD México está comprometida con los profesionales de la industria para mantenerse a la vanguardia en las tendencias de diseño y la arquitectura”.

David asevera que “el hogar es donde pasamos la mayor parte del tiempo,” por lo que es indispensable que sea un lugar en el que nos sintamos a gusto, resguardados del mundo, y comenta de la importancia de que los espacios estén ordenados: “el orden hace confortable tu espacio.” Aquí yo agrego una de mis citas favoritas, que es de Pitágoras: “El orden es el más hermoso ornamento de una casa.” Coincidimos en la importancia de tener espacios ordenados y confortables, pues esto ayuda a vivir más felices y por consiguiente a ser mejores personas.

“No cabe duda que el diseño es parte de nuestra vida diaria,” agrega David, y Héctor vuelve al tema de la importancia de difundir el buen diseño por lo que retomamos la idea de apoyar la iniciativa de publicar un nuevo libro que se titulará: “25 show rooms”, con la selección de las mejores salas de exhibición del país.

Hablamos de la importancia de la competencia. Para mejorar, “siempre debe haber una competencia sana entre diseñadores y entre show rooms,” comenta David, y agrega que “el diseño tiene que ser más social: en otros lugares todo el mundo tiene acceso al buen diseño”.

Es por esto que creemos que al apoyar la creación de un libro que promueve el diseño, es una labor de gran importancia. Presentar al publico una selección de lo mejor que se ofrece en este ámbito es un gran reto que bien vale la pena.

Los criterios de selección de los 25 mejores “show rooms” son claros: deben tener una propuesta de diseño, ofrecer productos de calidad, que a la cabeza de la firma haya un profesional del interiorismo con una buena trayectoria laboral pero, sobre todo, que sean “show rooms” que producen diseño, que promueven el diseño, que respetan el diseño. Por lo anterior, nos interesa que el compendio incluya un selecto grupo que cree en el valor de diseñar y proponer, y que no vivan del diseño “pirata”.

La imagen para una portada es sumamente importante. Sobre este tema, y pensando en su próxima publicación, David comenta: “sólo tienes una portada, y hay que elegir la que se considera mejor, y lo elige una persona.”  En este sentido, agrega David, “el diseño no es democrático.”

Me entusiasma este proyecto. Me ilusiona poder colaborar y contribuir a la difusión del buen diseño en nuestro país. Cito a Harriet Beecher Stowe: “Los libros no se han hecho para servir de adorno: sin embargo, nada hay que embellezca tanto como ellos en el interior del hogar.” Comparto su opinión, pues los libros dan personalidad a un espacio y enriquecen la vida.

Me despido con la promesa de mantenerlos informados de los avances de esta iniciativa.

Hasta la próxima,

domingo, 3 de junio de 2012

Crónica de una entrega anunciada

“El trabajo hecho con gusto y con amor, siempre es una creación original y única” Roberto Sapriza

Soy una apasionada del interiorismo. Mi vocación es una profesión fascinante. Disfruto enormemente todo el trabajo que conlleva lograr un buen diseño: conocer el lugar, los espacios y a sus moradores, comprender que esperan y lo que sueñan, trabajar en conjunto para proyectar una casa que sea ideal; es un compromiso muy serio y una oportunidad invaluable de poder colaborar y ayudar a las personas.

Cuando me involucro en un proyecto, sueño con todas las posibilidades de crear espacios que sean verdaderamente asombrosos. Para llegar a esto, se necesita que los futuros usuarios confíen en mí y en mi equipo. Es necesario hacer un proyecto en conjunto, trabajar de la mano y definir la distribución del mobiliario, los diseños, las dimensiones de las cosas, modelos, materiales, colores y, sobre todo, el concepto.

Debido a que el espacio ha sido diseñado para unas personas específicas, aún con el último mueble o accesorio colocado, y el último color “pintado”, es hasta que la casa es entregada a los clientes que todo el proyecto verdaderamente termina: el diseño adquiere significación plena hasta que sus moradores toman posesión del lugar.

Un diseño de interiores, por más completo y hermoso que parezca, sin la vivencia de sus habitantes seguirá siendo incompleto.

Organizar una entrega con montaje de toda una casa es una tarea compleja y divertida, llena de sorpresas en el camino.

El domingo pasado iniciamos la cargada de los camiones que saldrían, por la noche, con todas las piezas del montaje programado para el lunes temprano, con la idea de hacer la entrega formal el martes por la tarde.

Generalmente, un día antes de hacer un montaje la cabeza no me para; hago listas escritas y mentales, repaso una y otra vez todos los espacios, lo que tengo que llevar, imagino cómo lo voy a poner, cuál quiero que sea el resultado, y cómo me gustaría sorprender a mis clientes.

El lunes, a las 8:00 a.m., ya voy en camino al aeropuerto junto con Sandra y Ceci—dos diseñadoras excelentes de mi equipo—. Nervios naturales por el tráfico y por llegar puntuales. De camino repaso el itinerario de todo lo que hay que hacer.

A las 9:20 a.m. llegamos al aeropuerto —la cita era 9:15—. Pasamos a la sala de espera y nos indican que el avión no tardará en llegar. Nos relajamos, tomamos una fruta y esperamos; pasa el tiempo y sospecho que algo raro ocurre, pregunto y efectivamente, ¡estábamos en otra sala! Amablemente nos indican cómo llegar a la correcta. Llegamos a las 9:50, solamente 35 minutos tarde… vergonzoso, que despiste. Sin embargo, nos comunican que otro pasajero volaría con nosotros, y venía más retrasado.

Tenemos que reajustar los tiempos: cada segundo cuenta. Desde el teléfono, coordino que empiecen a trabajar las personas que llegaron a la casa desde la madrugada y comienzo a dar instrucciones.

10:35 a.m. Por fin despegamos y ya traemos unas hora y media de retraso, pero tenemos un vuelo placentero con una agradable compañía y una plática muy interesante y enriquecedora.

Finalmente, a medio día, ya estamos en la casa con todas las ganas de hacer bien la “chamba”. Al entrar, nos llevamos una gran sorpresa: en teoría la casa ya estaba terminada, perfectamente limpia y lista para hacer el montaje, pero las cosas no estaban como esperábamos. No es la primera vez que nos pasa y sabemos lo que implica.

12:15 p.m. Una vez superado el “shock”, y ya en acción, me doy cuenta que no hay una sola lámpara o foco instalado: sólo hay hoyos y no encuentro a ningún eléctrico, por lo que empiezo a visualizar que no podremos trabajar hasta muy tarde, pues sin luz sería prácticamente imposible seguir.

4:35 p.m. Empezamos a ver espacios armados y con buena pinta. Este es un momento conmovedor pues es cuando se comienzan a materializar los diseños y las creaciones en realidades tangibles; es verdaderamente emocionante, a tal grado que dan las 5:30 y me percato que no hemos comido nada y, por si no fuera suficiente, hace un calor penetrante.

7:30 p.m. Empieza a bajar el sol y nos falta bastante; no llevamos ni la mitad de los espacios. Intento acelerar al equipo para poder cumplir aunque sea con la tercera parte de lo programado para el día. Me planteo acabar hasta que nos quedemos sin luz natural.

9:30 p.m. Salimos de la casa rumbo al hotel, pero antes paso a una tienda por varias cosas que nos hacen falta.

11:25 p.m. Llegamos al hotel sin cenar, agotadas pero felices por cómo va quedando todo. Aún así, decidimos llegar al día siguiente temprano a la casa.

12:35 a.m. Después de contestar varios correos, hacer la lista de los pendientes del día siguiente y de un buen regaderazo, me acuesto. Evidentemente, no puedo dejar de pensar en cada espacio, en los colores, los materiales, la distribución… seguramente soñé con la casa.

El martes, a las 7:30 a.m,  salimos del hotel, decido no desayunar para ahorrar tiempo y poder regresar a México ese mismo día; mala decisión, pues a pesar de haber comenzado temprano, al llegar vemos que lo que ya habíamos dejado listo el día anterior, una vez más estaba desordenado y mal acomodado pues seguimos con personal de albañilería y técnicos que nos complican nuestra labor.

6:00 p.m. Tomo la decisión de quedarnos un día más para poder terminar bien el montaje.  La idea es regresar al siguiente día temprano.

7:00 p.m. Seguimos avanzando: los muebles prácticamente están todos instalados, hemos cambiado colores en muros, colocado cuadros, accesorios, seleccionado los tapetes, ido una y otra vez por pintura y material, hemos intervenido varias piezas, las persianas ya están puestas, pero el sol empieza a bajar y aún queda mucho por hacer.

8:30 p.m. Se empieza a vislumbrar el resultado y la creatividad se estimula, se me siguen ocurriendo ideas para que las cosas queden mejor; esto supone más tiempo.

10:30 p.m. Llegamos cansadas y hambrientas al hotel pensando en lo que cenaríamos. Lo divertido es que al llegar nos dicen que no hay habitación —no estaba previsto que nos quedaríamos esa noche—. Amablemente nos reservan en otro; llegamos y ¡ ya no había servicio de restaurante!
12.30 a.m. Me duermo y sigo pensando en cada detalle que va quedando en la casa…

7:30 a.m. El miércoles comenzamos muy bien el día: desayunamos bien, vamos nuevamente al vivero a comprar más plantas y flores, y diseñamos un jardín para las niñas en su terraza —me urge verlo terminado—.

10:30 a.m. Ya va adquiriendo forma el concepto original, pero siguen faltando muros por pintar, lámparas que instalar y dar los últimos detalles a cada espacio.

11:00 a.m. No me puedo ir sin dejar las cosas terminadas y detalladas. Trabajamos con la máxima intensidad para poder hacer un recorrido con todo listo con los dueños de la casa.

1:00 p.m. Lo más emocionante de todo el esfuerzo y el desgaste para que queden bien las cosas, es ver la cara de emoción de los futuros usuarios al recorrer su casa ya lista para ser habitada. Por mucho, es la mejor parte del trabajo.

Es por esto que adoro lo que hago, es la mejor recompensa que puede haber: descubrir esa mirada cómplice entre una pareja enamorada, que tiene toda la ilusión de vivir y disfrutar cada espacio en compañía de su familia, que saben que en este lugar vivirán momentos entrañables y felices, que se emocionan al ver que sus sueños se han hecho realidad.

2:45 p.m. Es un enorme placer comprobar que el trabajo que he realizado ha valido la pena, lo que no sería posible sin el maravilloso equipo de personas que me apoyan incondicionalmente, a pesar de las pocas comidas y largas jornadas laborales…

4:30 p.m. Ya en el avión, tengo la fortuna de volar en la cabina. Aunque había planeado escribir esta reseña durante el vuelo de regreso, las constantes turbulencias me lo han impedido y lo que me queda es disfrutar de unas vistas privilegiadas.

A las 2:15 de la madrugada del jueves, con la satisfacción de haber cumplido y el corazón alegre por haberlo logrado, me dispongo irme a la cama. Me viene a la mente una frase de la Madre Teresa de Calcuta: “No puedo parar de trabajar. Tendré toda la eternidad para descansar.” Definitivamente, ¡vale la pena!

Hasta la próxima,