sábado, 22 de septiembre de 2012

Una joya en la Heroica Puebla de Zaragoza


En esta ciudad, simplemente conocida como Puebla —declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1987—, se encuentra una pequeña joya dorada que es comparable a las riquezas más sublimes y singulares de los templos y castillos europeos: la Capilla del Rosario, dentro de los muros del templo de Santo Domingo.
  
En pleno centro histórico de Puebla, en la esquina de 5 de mayo y avenida 4 Poniente se levanta, monumental, el templo de Santo Domingo con sus paredes exteriores de color rojo carmesí y su extenso y limpio atrio.

El religioso español Santo Domingo de Guzmán (1170-1221), fundador de la Orden de Predicadores, comúnmente llamados Dominicos, instituyó la norma de piedad mariana más difundida en la Iglesia Católica: el rezo del Rosario. Es por esto que, comúnmente, en todos los templos de esta orden se muestran claros indicios de devoción a la Virgen del Rosario.

Los primeros dominicos arribaron a Puebla entre 1532 ó 1533 y, sin existir documentación que respalde la fecha exacta, el templo se acabó de construir poco después de 1571. Al acceder a la nave principal de este templo llaman inmediatamente la atención dos atributos: sus grandes dimensiones y el hermoso retablo barroco que cubre el ábside (muro localizado en la cabecera de un iglesia, atrás del altar mayor).
 
Caminando en dirección hacia el altar mayor, al llegar hasta el fondo izquierdo del templo, prudente, pequeña, impávida, como esperando ser descubierta, como en un rincón encantado, un poco fría y un poco en penumbra, uno encuentra una de las obras más grandiosas del barroco novohispano: la Capilla del Rosario. A Fr. Agustín Hernández se debe su maravillosa arquitectura y fue consagrada el 16 de abril de 1690.

La configuración de esta capilla es el de forma de cruz latina, esto es, comprende un brazo mayor cruzado por un brazo menor (también llamado transepto). Todo el espacio, los muros, el techo… ¡todo!, está hermosamente decorado con símbolos, alegorías, ángeles, querubines, personajes del antiguo y nuevo testamente, santos y santas, animales, frutas y un sinnúmero de figuras y relieves de estuco recubiertas con láminas de oro de 24 quilates.

En las paredes del brazo mayor se observan seis grandes cuadros (tres en cada lado) del maestro José Rodríguez Carnero, con una marcada técnica de “claroscuro”, cuya temática son los cinco misterios gozosos: la anunciación a María, la visitación de María a su prima Santa Isabel, el nacimiento de Jesús, presentación del niño Jesús en el templo, y Jesús perdido y hallado en el templo; a los cuales se agrega un tema más (el primer cuadro entrando del lado izquierdo), la adoración de los Magos.

En la bóveda se encuentran representadas las tres virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad. Arriba del crucero (donde se atraviesan los brazos) se encuentra la cúpula, que está coronada por el Espíritu Santo en forma de paloma y rodeada por ocho imágenes que representan los siete dones del Espíritu Santo: Sabiduría, Inteligencia, Consejo, Fortaleza, Ciencia, Piedad y Temor de Dios; además de la imagen que representa a la Gracia Divina.

Debajo de la cúpula, y detrás del altar, se encuentra el elemento al cual se dirige la atención de todo el conjunto: el ciprés (cuerpo arquitectónico que se asemeja a una pequeña capilla sin puertas) que acoge a Nuestra Señora del Rosario en su primer nivel y, en el segundo nivel y de talla entera, a Santo Domingo; todo este ciprés está rematado por el Arcángel San Gabriel. En las esquinas superiores del primer nivel, como resguardando al santo del rosario, se encuentran ocho de los santos más reconocidos de la orden dominicana: San Vicente Ferrer, Santa Margarita de Castelo, Santa Inés de Montepulciano, Santo Tomás de Aquino, San Pío V, Santa Catalina de Sena, Santa Rosa de Lima y San Pedro de Verona.

Del lado derecho del ciprés (mirando desde el brazo principal) se encuentra un cuadro que representa la Asunción de la Virgen; del lado izquierdo, la Coronación y, detrás del ciprés, un tercero que contiene en su parte superior a la Gloria: Dios padre y el Espíritu Santo, rodeados de coros angelicales portando rosarios y, en su parte inferior, a la Exaltación del Rosario que comprende a la Virgen con el niño Jesús en brazos y a Santo Domingo invitando a dos religiosos a repartir el Rosarios a lo fieles que comparten esta devoción. Estos tres cuadros, al igual que las obras ya mencionadas del cuerpo principal, son de Rodríguez Carnero.

A los lados de los cuadros de la Asunción de la Virgen y de la Coronación se encuentran tallas de los cuatro evangelistas: Mateo, Marcos, Lucas y Juan, con sus respectivos símbolos alados que los representan: un hombre (no es un ángel), un león, un toro y una águila, respectivamente.

Antes de partir de la Capilla, es importante dirigir la mirada hacia arriba y admirar el balcón que compone el Coro que está rematado por Dios Padre rodeado de coros de ángeles con instrumentos musicales.

Muchos detalles, figuras y alegorías engalanan a la Capilla del Rosario; la mejor de las narraciones no podría acercarse a su belleza, por eso, para hacerle justica, lo más prudente es visitarla.

Y al salir de esta insuperable joya del arte y la piedad, ¿por qué no aprovechar las “joyas” culinarias poblanas? Por ejemplo, un mole, unas chalupas, un chile en nogada, unas tortitas de Santa Clara… y una pasita (licor de uva pasa acompañado de un trozo de queso y una pasa) que se sirve en una folklórica cantina familiar, La Pasita, fundada en 1916, se encuentra en el tradicional barrio de Los Sapos, en el centro histórico de Puebla.  
 
Otras grandes obras de interés histórico y arquitectónico, a escasas cuadras de la Capilla del Rosario, son la Catedral de Puebla, consagrada antes que la Catedral Metropolitana de México; la Biblioteca Palafoxiana que, fundada en 1646, fue la primera biblioteca pública de América; y la hermosa cocina del exconvento de Santa Rosa donde, según la tradición, unas religiosas inventaron el mole.

La belleza de la Capilla del Rosario, sus proporciones perfectas, su narrativa iconográfica y sus dorados reales envuelven al espectador en un espacio arquitectónico de veneración, oración y piedad que, lo menos que uno puede concluir de esta pequeña joya, es que fue creada por manos mexicanas muy hábiles y pacientes pero, sobre todo, con mucha fe y amor a su vocación. 
 

viernes, 7 de septiembre de 2012

Espacios de vida: Encuentro de diseño con Mariangel Coghlan y Martha Debayle:


Una partitura alcanza sentido íntegro hasta el momento de su interpretación, una obra de arte consigue su objetivo cuando es observada, un libro cumple su destino si es leído…

El mobiliario, los accesorios, los colores y las dimensiones arquitectónicas adquieren pleno significado hasta que el espacio que los contiene es habitado; todos estos elementos existen y son creados en función del ser humano, quien puede desarrollarse mejor, o no, dependiendo de la organización y soporte que estos componentes ofrezcan al buen desarrollo y consecución de su planes de vida.
En días recientes tuve la oportunidad de compartir con  Martha Debayle —empresaria exitosa, gran emprendedora y una de las conductoras más influyentes de la radio y la televisión en México—, en su programa radiofónico matutino,  unos momentos donde el tema central fue la organización de espacios de vida. Hay que recordar que Martha es una mujer a la que le gusta y le interesa mucho el tema del interiorismo.
Hablar de diseño en una cabina de radio al aire agrega emoción al tema analizado, puesto que al compartir nuestros puntos de vista sobre cómo organizar un espacio sabemos que miles de personas escuchan nuestras opiniones, de tal manera que con nuestras aportaciones podemos contribuir, aunque sea en un detalle, para que la gente tenga un entorno de vida más bello.

La retroalimentación de los radioescuchas o “cuentahabientes” como les dice Martha, es muy enriquecedora. Entre los muchos comentarios que recibí después de mi participación en el programa, uno que me llamó especialmente la atención fue el siguiente: “hablas de gente que vive en espacios y no de casas que tienen muebles”. Ése es precisamente mi punto: siempre he defendido la idea de que el diseño de interiores está en función de ayudar a que las personas vivan mejor; son ellas el principal móvil para hacer buen interiorismo.

El tema del que hablamos en el programa, fue “Cómo organizar espacios”, les cuento un poco de lo que hablamos ese día con Martha Debayle.

Lo primero que se necesita para organizar exitosamente un espacio es saber para qué lo queremos utilizar: si lo vamos a usar para una sola actividad o para varias; de esto dependerá cómo lo podemos disponer para sacarle el máximo provecho.
Definitivamente, no es lo mismo organizar una despensa que un librero, o un comedor, una cocina, una sala de estar, una terraza, una biblioteca, un cuarto de juegos, un vestíbulo, un vestidor, la lavandería, la cochera o una habitación.

Aunque parezca una obviedad, cuando se está acomodando un espacio, es muy importante recordar cuál es la función especifica del mismo. En algunos casos, sobre todo cuando en la vivienda se cuenta con poco espacio, un mismo lugar puede funcionar para varios fines. Por ejemplo, el comedor puede ser también el área para hacer tareas, o la sala principal de la casa es también la zona para ver la televisión y área de juegos.

Lo que es común a cada espacio es que el orden es la base de la organización. No tener cajas acumuladas por encima de los muebles o en las esquinas nos va a permitir disfrutar mejor cada espacio.

Las dimensiones y distribución del mobiliario dentro del espacio en cuestión será fundamental para aprovecharlo de la mejor manera.

Cuando queremos organizar un espacio, y sabemos para que lo vamos a utilizar, tenemos que contar con un mobiliario con unas dimensiones proporcionales al espacio. Es muy importante no saturar el lugar de muebles; tener área libre para circular ayuda a percibir más amplio cada espacio.

Los muebles adecuados nos van a permitir sentir bien organizado un espacio. Cuando se colocan muebles más grandes de lo que corresponde a un lugar, inmediatamente se va a sentir más pequeño el espacio y no quedara área libre, dando una sensación de desequilibrio y, por supuesto, incomodidad.

Al tomar decisiones de compras, lo más recomendable es tener la planta arquitectónica de nuestro espacio con las medidas y dibujar cada pieza que deseamos obtener para ver la proporción en relación al espacio.

En este país tenemos la gran suerte de que mucho se hace sobre diseño, lo que nos permite ajustar nuestras necesidades especificas a prácticamente cualquier mueble y lograr que nos quede a la medida exacta.

Agrupar los objetos similares: tener un lugar para cada cosa y poner cada cosa en su lugar.

Parte clave para una buena organización de cualquier espacio es tener un lugar asignado para guardar las cosas que necesitamos en cada espacio. Si todos los habitantes de una casa saben cuál es el lugar para guardar las tijeras, cuando las necesiten las encontrarán fácilmente y no estarán escondidas por los “duendes mágicos de la casa”.

Para contar con un almacenamiento adecuado para cada cosa existen muchos trucos interesantes. Por ejemplo, en las habitaciones se pueden poner cajones debajo de las camas, o atrás de las puertas del closet se pueden instalar repisas para colocar cosas. ¡Pero nunca saturar!

Para mantener organizado y ordenado un espacio es básico no acumular: tener solamente lo necesario y no guardar cosas innecesarias.


Aprender a depurar es algo indispensable para vivir en un hogar organizado: no hay por que almacenar de todo. Saber desprendernos de lo que no utilizamos o no necesitamos es un buen ejercicio de disciplina interior; no hay porque tener más de lo que realmente usamos, el orden se vuelve más sencillo y la organización es más fácil.

En el hogar todos deben depurar sus cosas: los mayores, los medianos y los pequeños. Enseñarle a un niño a desprenderse de los juguetes que no utiliza es una buena manera de educarlo en muchos aspectos: no solamente se le enseña el orden sino también la generosidad y el desprendimiento. Hacer que toda la familia se involucre en la organización y el orden de la casa es una forma de que se sientan partícipes y que ayuden en el mantenimiento de la organización. Una casa es para disfrutarse y todos deben contribuir para que sea un espacio de armonía y felicidad.
Todas las mujeres y los hombres somos parte de un entorno histórico, social, económico y cultural que, para bien o para mal, nos afectan. En la medida que el orden, la paz y la estabilidad imperen en nuestro ámbito podremos desarrollar nuestros potenciales y alcanzar nuestros más codiciados sueños: ser felices y hacer felices a los demás. Ciertamente, el espacio interior y su diseño es la plataforma donde todo esto adquiere forma: depende de nosotros su configuración.

Muchas gracias a Martha Debayle y a todo su equipo de producción por compartir momentos de diseño de interiores, emisión radiofónica y amistad.

¡Hasta la próxima!

lunes, 3 de septiembre de 2012

Persianas: unos ojos al mundo


Conocemos el mundo que nos rodea por la luz. Los ríos crecen, dicen los viejos y sabios “lugareños”, en busca de la luz; los árboles se yerguen hacia el cielo buscando la luz; la historia ha encumbrado a artistas que se caracterizan por su manejo de las luces y las sombras: recordemos el impactante dominio del claroscuro de Rembrandt y Caravaggio, la perfecta iluminación que Vermeer ofrece con sus ventas a la escena central, la belleza de los traslúcidos encajes de los pintores flamencos…

La iluminación natural nunca podrá ser substituida por la luz artificial, por más que ésta sea una buena imitación técnica. En nuestros ámbitos comunes de vida: el hogar, la oficina, la escuela… la luz natural determina en muchas ocasiones nuestro estado de ánimo, nuestras capacidades laborales y planes de acción. Pero, como en muchas cosas en la vida, el punto medio es el más acertado: ¿cuánta luz necesitamos? En el mundo del diseño y la arquitectura existe un accesorio aparentemente “sencillo” que nos permite regular la cantidad de luz natural a los niveles deseados: la persiana.

En días pasados tuve la oportunidad de asistir a un desayuno con directivos que trabajan en la famosa empresa Hunter Douglas —fundada en 1919, cuyo lema es la innovación— con la idea de conocer más acerca de sus productos y las ventajas que nos ofrecen. Lo primero que me señalan Daniel Pineda, director comercial, Marisa Benabib, Gerente de Relaciones Públicas, Israel Solorzano, asesor comercial y Alejandra Barrera, Marketing Manager, es la ventaja que ofrece la utilización de persianas puesto que, a diferencia de otras opciones, se puede modular la entrada de luz a un espacio.
Por ejemplo, me comentan, “una persiana, pero no una cortina, permite tener una vista directa al exterior debido a que puede estar totalmente abierta, totalmente cerrada o semiabierta al exterior o al interior. En cambio, una cortina sólo tiene dos opciones: estar abierta o cerrada; ya sea bloqueando o permitiendo por completo la vista o la entrada de luz.”
Y agregan: “en Hunter Douglas tenemos la opción de cortinas y persianas con materiales translucidos que aún cerradas te permiten la entrada de luz y vista al exterior. Además, hemos creado los ‘híbridos’ que son una combinación de cortinas y persianas para ofrecer todas las posibilidades de manejo de luz que el cliente necesita.”
Respecto a la relación de las persianas y cortinas con el espacio explican que las persianas y cortinas son elementos que ayudan a crear espacios y atmósferas que están enfocados a cada tipo y necesidad de cliente. En Hunter Douglas nos interesa crear espacios en los que cada usuario se sienta dueño del mismo. Sin persianas todas las ventanas serían iguales; Hunter Douglas se encarga de hacer que cada ventana sea única y el usuario se sienta identificado con su diseño y su espacio.”
La aportación que Hunter Douglas ofrece a los profesionales del interiorismo es muy loable, pues a través de su programa DECO apoyan a arquitectos y diseñadores para ofrecer a sus clientes el mejor producto de acuerdo a sus necesidades. Además, constantemente buscan a los mejores y más brillantes diseñadores para desarrollar nuevas ideas.

Sobre el nivel de trasparencia u opacidad, conforme al material elegido, se pueden lograr distintos resultados: “en Hunter Douglas tenemos materiales que bloquean la luz al 100%, así como otros que permiten el paso gradual de la luz, según se desee: translúcidas, semi-translúcidas, opacas, semi-opacas, etcétera. En la planta de Hunter Douglas se fabrica cada cortina y persiana de acuerdo a las necesidades específicas de cada cliente, nos aseguramos de cumplir la expectativas de cada usuario."

Esta empresa también ha incursionado en el ámbito de la acústica ambiental con persianas que aíslan el sonido: “las cortinas celulares son las que dan esta característica. Hunter Douglas ha desarrollado Architella, un producto único en el mundo… el diseño es lo que logra que no sólo aísle el sonido, sino que también sea térmica, es decir, que aísle las temperaturas: no permite el intercambio de frío y calor. Este producto es nuestro state of the art.”

Para las persianas de playa recomiendan lo siguiente: “depende si son para el exterior o el interior; depende del espacio en específico que se va a querer diseñar. No es lo mismo poner persianas en un hotel que en una casa particular.”

Las persianas, afortunadamente, no requieren de mucho mantenimiento. “La mayoría de nuestros productos tienen la característica de repeler el polvo por lo que, con un mantenimiento sencillo y regular como es el retirar el polvo con un trapo o con una aspiradora de baja succión, es posible mantenerlas en muy estado. Todo esto es bajo circunstancias ‘normales’.  Para unas persianas de uso rudo, o donde hay niños, las circunstancias varían, pues se les deben dar mayores cuidados.”
La garantía es uno de los aspectos a considerar cuando se decide comprar una persiana: “cada línea maneja tiempos de garantía distintos. La garantía no siempre cubre toda la persiana puesto que siempre se toman en cuenta las condiciones donde están expuestas, y puede cubrir diferentes aspecto: la tela, el motor, los accionamientos, etcétera. Hay líneas que cubren 2 años, 3 años, 5 años o más años.”
La decisión sobre persianas eléctricas o manuales, como otras variables, dependen de las   necesidades de cada quien y del sitio en el que se colocaran las persianas. En ventanales de gran altura es muy recomendable la utilización de un motor para controlar la persiana eléctricamente y dejar la ventana libre de controles manuales. También es posible coordinar el accionamiento de las mismas a distancia o desde otro sitio.
Hablando de materiales me comentan que, Hunter Douglas ofrece una amplia variedad, tal como madera, aluminio, plásticos, semi-madera, telas, screen, telas plásticas, telas de poliéster, poliéster y algodón, telas de fibras naturales, y muchas más: “todos estos materiales   son utilizados para crear los espacios que el diseñador y el cliente deseen.

Marisa y Alejandra comentan que las persianas que tienen en sus casas “han hecho la diferencia en nuestro día a día, tanto por el diseño como por el ambiente que logran.” Y añaden que formar parte de Hunter Douglas las enorgullece puesto que se trata de “una empresa que se preocupa por estar en constante desarrollo, propone ideas de vanguardia a nivel mundial y, a la vez, está al pendiente del cuidado del ambiente…” Hunter Douglas, con sus productos, contribuye a los edificios sustentables: gracias a la gestión eficaz de la luz natural se mejora el confort interior, aumenta la productividad de los ocupantes y, al mismo tiempo, reduce el consumo de energía.

Pensar detenidamente en cómo vamos a recubrir las ventanas de nuestra casa es una decisión importante, va a influir en la percepción del espacio y en el diseño general de nuestro hogar. Como decía nuestro excelso poeta Octavio Paz: “La mucha luz es como la mucha sombra: no deja ver.” La elección de la luz que permitamos que entre a nuestro hogar ofrecerá, o eliminará, la posibilidad de que nuestro espacio de vida se convierta en una obra de arte.
¡Hasta la próxima!