“La
arquitectura se hace solamente con pasión, definitivamente es la primera
condición para ejercerla… y mucho trabajo”
Esta
afirmación la escuche cuando era estudiante de arquitectura, en la Universidad
de las Américas-Puebla, en una conferencia impartida por el arquitecto Teodoro
González de León, en una semana de arquitectura y diseño que yo organicé cuando
era presidente del consejo de estudiantes de la carrera. Hoy, años después, me
doy cuenta que es parte de mi ser; estoy convencida de que para hacer grandes
cosas tienes que poner alma y corazón. Puedo decir que escuchar al arquitecto
González de León me impactó y me ha motivado a ejercer mi profesión
apasionadamente.
El
miércoles 17 de Octubre de 2012, en el Hotel Live Aqua Bosques, se llevó acabo
la sesión solemne de Fellows CIDI (Consejo Iberoamericano de Diseñadores de
Interiores). Previo al evento tuve la fortuna de realizar una entrevista al célebre
arquitecto Teodoro González de León; reconocido internacionalmente, autor de
obras de gran trascendencia en México y en el extranjero, famoso por el empleo
de concreto cincelado en enormes bloques minimalistas que le han impuesto un
sello característico a todas sus obras, fundador de una corriente
arquitectónica mexicana identificada con la honestidad del material, la
simpleza en la composición y la abstracción. A lo largo de su trayectoria
profesional ha recibido una gran cantidad de premios y distinciones.
Viéndolo a los ojos,
percibo a una persona apasionada por su quehacer profesional, que se entrega a
lo que hace y se concentra en lo que dice. Comienzo abordando el tema de las
Bellas Artes —concepto que surgió a mediados
del siglo XVIII en Alemania—, cuyos defensores argumentan que la pintura, la
escultura, la música, la danza, la literatura, la arquitectura, y ahora la
cinematografía, pertenecen a un mismo entorno y comparten prácticas
fundamentales. Le preguntó: “¿Qué relación encuentra de la arquitectura con el
resto de las Bellas Artes?” Su respuesta es contundente: “La arquitectura es la
hermana mayor de las artes… es la primera en aparecer en el mundo.” Medita unos
segundos y comenta: “Las cuevas y las pinturas rupestres estuvieron primero
pero [reflexiona], este arte ha sido colocado en un espacio y los espacios
conforman la arquitectura, por lo tanto la arquitectura es la hermana mayor de
las artes.”
Una faceta, no tan
famosa, de Teodoro González de León es la de pintor; a este respecto comenta: “Un
cuadro lo puedo rehacer o cambiar en una tarde, mientras que en la arquitectura
los resultados se ven poco a poco, aunque a veces son sorpresivos positiva o
negativamente. En este sentido, al estar frente a algunos espacios, en algún
momento me he preguntado: ¿cómo pensé en esto?” Reconoce, además, que se dan
sorpresas muy desagradables y a veces irremediables.
Para Teodoro
González de León el espacio arquitectónico, concebido como arte, tiene un gran
contenido poético que produce emoción al recorrerlo, al vivirlo: “Es la meta
última de la creación arquitectónica.”
Es común escuchar entre los arquitectos hablar de la influencia en
su obra, sin embargo, a veces esta influencia puede caer en el plagio. Al
preguntarle a este respecto, comenta: “Uno se hace de lo que ve y absorbe. No
sabes en qué momento pero lo haces tuyo y se vuelve parte de ti. No hay nadie
que no tenga influencias… vivimos en un mundo en donde lo que vives y observas
te va definiendo y haciendo, y esto se reflejará en tu obra. Siempre he
intentado no copiarme a mí mismo, que en todo caso, es lo más fácil en
lo que uno puede caer, pero a la vez lo más triste.”
Me habla de la importancia de no copiarse nunca. Comenta: “Es muy
importante, si se tiene éxito con alguna forma o alguna disposición espacial,
que no se repita, hay que transformarla en otra forma.” Reflexiona y precisa: “es
necesaria una
práctica diaria, resolviendo etapas en turno para ir avanzando en el proyecto. La arquitectura, al igual que la pintura, no
se aprende a la primera. Es a través de reiteradas visitas como se empieza a
entender. Hay que ver a la arquitectura reiteradamente… es lo que aconsejo a la
gente, a los mismos estudiantes: ver, ver mucho y ver con ojos generosos, sin
egoísmo. En esta incursión, el arte moderno tiene la gran dificultad de romper
con dos mil años de costumbre en la representación de la figura y el mundo
natural. Hay que saber que lo nuevo es espíritu y que lo agresivo en el fondo
es un contraste, una exaltación nueva. No tiene que verse como algo agresivo,
sino como una nueva manera de enaltecer".
Sobre mi cuestionamiento de qué ha aportado a la sociedad, responde:
“Eso lo dirán los críticos, pues yo proyecto para el presente, para hoy y ahora,
y lo que pase después lo juzgará la historia.” Asegura que él se enfrenta cada
día a un nuevo reto y se concentra en solucionarlo de la mejor manera posible,
y a su obra, afirma, le tocará juzgarla a los expertos.
Un tema importante del cual se habla mucho en la actualidad es la
sustentabilidad y consciencia verde; de la posibilidad de las actuales
generaciones para satisfacer sus necesidades sin perjudicar a las futuras
generaciones. Le pregunto su opinión sobre el tema y la forma en que su
arquitectura se compromete con estos ideales: “Siempre he pensado en esto, que ahora
está muy de moda, pero no se debe tomar a la ligera.” En relación al uso de
concreto cincelado en enormes bloques comenta, “el concreto es un material
extraordinario y maleable, es la gran invención del siglo XX y además resiste
muy bien el paso del tiempo, pero no es exclusivo para mí, actualmente estoy
utilizando cristal y acero, dos elementos muy ligeros”, definió.
Actualmente
el arquitecto González de León se encuentra trabajando en la construcción del
edificio de Pedregal 24, un edificio sustentable que se construirá bajo la
premisa de la certificación LEED, lo que implica el cumplimiento de un conjunto
de normas sobre el uso de estrategias encaminadas a la sustentabilidad en
edificios. La también llamada “certificación verde” incluye el ahorro en el
consumo de energía y el uso de combustibles alternativos, y la eficiencia en el
uso del agua y el desarrollo sustentable de espacios libres, entre otros.
Asimismo, el arquitecto añadió que la sustentabilidad es un tema difícil, que
tiene que incorporarse poco a poco en la concepción de sus proyectos y en la
forma de realizarlos.
Para
finalizar, le pregunto al arquitecto Teodoro González de León: ¿Cómo se
reinventa como artista? Su respuesta es clara: “Enfrentando el presente,
afrontando el tema que toca; es la única manera de reinventarse. Uno no piensa
en futuro, el futuro no existe, el futuro lo trabajamos todos los días; para
enfrentar el futuro necesitamos conocimiento previo, pasado, que es lo que nos
permite no cometer errores, tener una visión amplia; si conocemos el pasado
enfrentamos al futuro, enfrentamos al presente y hacemos el futuro que no
sabemos cuándo ni cómo pasa.”
Al
terminar la que para mí será una inolvidable entrevista, dio inicio el evento
que nos convocaba. El arquitecto Juan Bernardo Dolores, presidente del CIDI,
entregó el Premio Iberoamericano CIDI Obra emblemática del año a los
arquitectos Teodoro González de León y J. Francisco Serrano por su obra Hotel
Live Aqua Bosques (Arcos Bosques), así como a sus propietarios. En la misma
ceremonia se entregó el Homenaje Iberoamericano CIDI por la trayectoria
profesional de Excelencia 2012 al Arquitecto J. Francisco Serrano —máximo
reconocimiento CIDI a un profesional de la arquitectura en el territorio iberoamericano—,
de manos del arquitecto Teodoro González de León.
En
esta ocasión también se celebró la sociedad comercial de las empresas de clase
mundial Grohe, Lamosa y Joyou, quienes son miembros corporativos CIDI. Por
último, se llevó a acabo la ceremonia de investidura y entrega de diplomas a
nuevos miembros Honorary Fellows CIDI. Fue un honor haber recibido esta
distinción, junto con otros colegas a los cuales admiro y respeto, pues es la máxima
categoría de un profesional en esta organización.
Yo soy una apasionada de la Arquitectura!!
ResponderEliminarSaludos Cordiales.