lunes, 2 de julio de 2012

Hágase la luz…y la luz “se puso”


La luz conecta a todo nuestro ser con el mundo real…

Gracias a la luz podemos reconocer lo bello del mundo, encontrarnos con nuestros seres queridos, comprender nuestro contexto. 

Sin la luz no podemos disfrutar el arte, la arquitectura, los espacios: Rembrandt, Caravaggio y Vermeer supieron plasmar, magistralmente, la magia de la luz en sus obras maestras.

Al describir a las personas, en ocasiones decimos:  “cuando entró, el cuarto se iluminó”.

La luz es, por tanto, fundamental en nuestra historia, en nuestra cotidianeidad, en nuestra vida. Los espacios se perciben diferente según la luz que tengan.

En cada espacio la iluminación es un factor determinante para la percepción del ambiente. Puede haber una zona muy bien resuelta en cuanto a distribución, a disposición de mobiliario y elementos, colores, materiales y texturas, pero si no tiene una buena iluminación se percibirá de una forma distinta y no tendrá armonía.

Los expertos opinan que si un espacio se encuentra saturado de luz es que está alumbrado; en cambio, cuando un ambiente es armónico y melódico es que está iluminado. Lo que nos debe interesar es crear espacios bien iluminados.

La iluminación es un factor indispensable para lograr un buen diseño. Para interactuar con el espacio y resaltar los volúmenes arquitectónicos no debemos abusar de este elemento. A veces agrede en exceso: incomoda la luz “encima”. Para poder crear un buen ambiente y disfrutar del espacio tenemos que conseguir un adecuado equilibrio entre luces y sombras.

Iluminación natural

La iluminación natural es una forma muy eficaz de introducir luz en el interior. En un espacio interior la iluminación estará determinada por la ubicación de las ventanas o aberturas cenitales (la que proviene desde la parte superior de un espacio).

Además de aprovecharla al máximo, la luz natural también ofrece la posibilidad de ser graduada; ya sea con cortinas, persianas, o algún otro elemento como pérgolas o plantas.

Matizar la luz en el interior es ideal para conseguir ambientes distinto y la posibilidad de poderse proteger cuando los rayos solares sean muy fuertes.

La gran ventaja de la luz natural es el ahorro de energía y la posibilidad de percibir distintos tonos de color y de texturas en los materiales, según la hora del día y la intensidad que recibimos de los rayos del sol: lo natural, en general, es más bello.

Decía el gran arquitecto Louis Isadore Kahn: “La luz artificial es sólo un breve momento estático de la luz, es la luz de la noche y nunca puede igualar a los matices creados por las horas del día y la maravilla de las estaciones.”

Iluminación artificial

Las posibilidades de cambiar un espacio con iluminación artificial son infinitas. Gracias a las distintas graduaciones e intensidades de la luz se pueden crear diferentes ambientes en un mismo espacio.

Siendo muchas las opciones: una correcta selección de las lámparas a utilizar en cada espacio va a dar el carácter al mismo. Existen muchos materiales y modelos para todos los presupuestos y estilos. Hay luminarias para plafones, lámparas colgantes, candiles, lámparas de mesa, de piso; la decisión dependerá de las necesidades de cada espacio y del ambiente que estemos buscando.

La selección del tipo de foco o lámpara incandescente que se emplee también es importante. Existen distintos tipos de luz: blanca, que es fría y luz calida, que en general es mucho más agradable y logra un mejor efecto en el ambiente. La utilización de focos ahorradores de energía pueden transformar un espacio en un contexto poco deseable si no son utilizados con una planeación adecuada.

El ambiente se mejora considerablemente cuando se logra una armonía espacial y un equilibrio con la iluminación, pero siempre es indispensable buscar una buena proporción para llegar a un diseño favorable.

La lámpara que se coloca sobre la mesa del comedor va a determinar en gran medida la imagen de este  espacio; tomar una buena decisión al respecto influirá en los momentos que pasemos en la sobremesa. Por esto es recomendable tomarse el tiempo necesario para pensar y analizar cuál puede ser la mejor opción, considerando el impacto que la luz generará en los comensales y en el espacio.

Las lámparas laterales, de pie, de techo o en muros, que se utilizan en cualquier área, tienen que colocarse en un lugar estratégico, donde puedan cumplir una doble función. Primero, que iluminen el área que nos interesa con la intensidad adecuada; segundo, que se vean bien, cumpliendo una función estética. No se puede definir cuál de las dos situaciones es más importante, pues tanto la forma como la función integran una buena propuesta y al sacrificar una se afecta a la otra.

Si colocamos una lámpara que nos brinda una buena iluminación, pero que es estéticamente desagradable, evidentemente no se va a ver bien; por otro lado, si colocamos una hermosa lámpara que  no da una buena luz, de nada serviría.

La luz para cada área de la casa tiene que ser planteada de una forma distinta; de acuerdo a la actividad a realizar en cada espacio se deberá diseñar la forma de iluminar. Evidentemente, no es lo mismo una habitación que se utiliza para dormir que otra donde se necesita estudiar.

Iluminación en el exterior
Wire Garden Trellis by Annemarie
Iluminar adecuadamente el exterior de la casa es básico para la percepción de la misma. Los accesos y las entradas tienen que tener una luz que nos permita apreciar el camino de llegada y el aspecto general del lugar.

En las terrazas y los jardines es muy importante contar con una iluminación apropiada para poder disfrutar del lugar. Un jardín bien iluminado es una muy grata experiencia para el visitante.

Considerar el matiz se vuelve indispensable para tener áreas confortables. Lo que nos debe interesar es lograr el perfecto equilibrio y armonía con la iluminación, para esto se tienen que tomar muchos factores en cuenta: la intensidad de la luz, el color que va a irradiar, el equipo que se va a utilizar y los matices que pueden ofrecer.

Existen diseñadores especializados en iluminación, “lighting designers”, que se encargan de cuidar los watts por metro cuadrado, la vida útil de los equipos, que analizan todas las posibilidades y opciones que hay de luminarias para lograr el mejor ambiente, que se basan en la creatividad pero están soportados en la técnica.

Cuando tenemos una superficie muy grande que queremos iluminar, es una buena idea consultar a un especialista que domine el tema y nos pueda orientar para tomar las mejores decisiones: el espacio puede cambiar considerablemente y puede lucir mejor de lo que pudimos imaginarlo.
  
Iluminación con velas

homelivingroom.net
Considerar complementar la iluminación de un espacio con velas, siempre, es una buena idea, pues la suave intensidad que generan logran ambientes muy agradables y encantadores y, en ocasiones, hasta misteriosos.

Igualmente, existen en el mercado una gran variedad de alternativas en cuanto a velas, candelabros, candiles y faroles que se pueden utilizar para distintos lugares. Las hay pequeñas, medianas, grandes y enormes; sencillas, de colores y aromáticas.

homelivingroom.net
Lo interesante es lo que se puede lograr con estos detalles en el ambiente. Las velas pueden mejorar una estancia, siempre y cuando estén bien dispuestas y en la cantidad correcta. Por otro lado, si están mal distribuidas, podrían arruinar un espacio.

“El modo en que se conforma un espacio implica en gran medida la conciencia de las posibilidades de la luz.”  Louis Isadore Kahn.


Hasta la próxima,

1 comentario:

  1. Gracias Mariangel, me has dado grandiosas ideas. Me encanta tu blog, lo difundiré con mis amistades. Saludos.

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Gracias por tus comentarios